La Aloreña

La Aceituna Aloreña de Málaga es una variedad de aceituna genéticamente diferente al resto de variedades de aceitunas de mesa. Su arraigo con su zona de producción, el clima y paisaje que la rodea, así como las características diferenciales de la propia variedad, hacen de esta aceituna una aceituna única y diferente en todo el mundo.

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Historia

Siglos de tradición atesoran el saber hacer de la Aceituna Aloreña de Málaga, desde su recogida manual hasta su aderezo con aliños típicos de la zona, pasando por su endulzamiento en salmuera.
Existen diversas referencias escritas de su existencia desde 1746, y en 1770 don Cristóbal Medina Conde afirmó rotundamente que era «la mejor aceytuna de España»; el Archivo del Puerto de Málaga guarda documentos de la comercialización de las mismas a diferentes puertos del resto del mundo.

Diferenciación

Su contenido en oleuropeína, su hueso flotante y la relación pulpa-hueso, entre otras, hacen que la Aceituna Aloreña de Málaga sea una aceituna diferente al resto de variedades.

Se trata de aceituna partida, endulzada en salmuera mediante fermentación natural, y aliñada con una mezcla de plantas aromáticas propias de la comarca, como son el tomillo, hinojo, ajo y pimiento. Que tiene como consecuencia, una aceituna con altos valores nutricionales.

Certificación de calidad

La excelente calidad del producto, su clara diferenciación frente a otras variedades y su vinculación con el territorio han propiciado la obtención de esta Denominación de Origen Protegida. Publicada en BOJA en 2009 y ratificado en DOUE desde 2012.

Zona de producción

En el interior de la provincia de Málaga, se encuentra perfectamente delimitada por una cadena montañosa que determina unas condiciones climatológicas y edafológicas muy peculiares. Engloba a un total de 19 municipios repartidos entre las comarcas de la Sierra las Nieves y el Valle del Guadalhorce: Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Almogía, Álora, Alozaina, Ardales, El Burgo, Carratraca, Casarabonela, Cártama, Coín, Guaro, Málaga, Monda, Pizarra, Tolox, Valle de Abdalajís, Ronda y Yunquera.

Elaboración

La recolección se hace mediante “verdeo” o recogida manual. Posteriormente son partidas y puestas en salmuera. Tras unos días en esta salmuera, las aceitunas están listas para aliñarse. Se trata, pues, de un proceso totalmente natural y artesanal que se ha adaptado a las normativas vigentes actuales para garantizar la seguridad alimentaria del producto.

Notas de cata

El proceso de transformación de la «Aceituna Aloreña de Málaga» puede dar lugar a tres productos diferenciables según la forma y proceso evolutivo de la fermentación de las aceitunas, los cuales se distinguen en función de sus características organolépticas:

Aceitunas Aloreña de Málaga verdes frescas:

Tras el partido pasan a conservarse en un lugar fresco o cámaras frigoríficas. Tras una conservación mínima de 3 días, son envasadas. Estas aceitunas permanecen con un color verde claro, teniendo un sabor amargo intenso y con olor afrutado y a hierba fresca. Su textura, de lo más crujiente, deja en el paladar un sabor intenso a aceituna recién cogida con un leve picor.

 

Aceitunas Aloreña de Málaga tradicional:

Tras el partido pasan a conservarse en locales sin climatización y donde permanecen un mínimo de 20 días antes de su envasado para el consumo. Se obtiene así un producto con una maduración mayor que en el caso anterior, lo que le confiere un color entre verde y amarillo pajizo, con sabor afrutado y en el que las especias aparecen en todo su esplendor. Su textura, sigue siendo crujiente.

Aceitunas Aloreña de Málaga curadas:

En esta elaboración, las aceitunas son colocadas sin partir en fermentadores, donde permanecen un mínimo de 90 días antes del envasado. Tienen un color más pardo que las anteriores, incluso llegando a ser marrón, con olor a fruta madura, hierba fresca y con gran presencia de los aliños. Su sabor, nos trae a la mente las plantas aromáticas a través de una textura crujiente que, tras permanecer en boca, nos sorprende con un leve picor.